La persona de Jesucristo es la segunda persona de la Santísima Trinidad, el Hijo o la Palabra del Padre, quien “se encarnó de la Santísima Virgen por obra del Espíritu Santo y se hizo hombre”. Tales misterios, aunque ya habían anunciados en el Antiguo Testamento, fueron revelados en su totalidad en el Nuevo y desarrollados con claridad en la Tradición Cristiana y la Teología. En esta materia se intentará presentar la misericordia de Dios en su manifestación más concreta, la persona de Jesús. La invitación del Mesías a construir el reino desde el testimonio del amor, compartido y celebrado en comunidad, es la que se propone como un camino posible para que el alumno se anime a superar sus soledades. Esto no nace desde el voluntarismo sino desde la memoria de los gestos y actitudes concretas del hombre de Nazaret, que nos invita a seguir sus huellas.